Las espondiloartritis (SpA) son enfermedades inflamatorias de la columna vertebral, pelvis y articulaciones periféricas, que afectan sobre todo a adultos jóvenes, normalmente antes de los 40 años, con mayor prevalencia en varones. El ejercicio es un pilar fundamental del tratamiento y se ha demostrado que mejora los síntomas, la capacidad funcional, la calidad de vida y previene el desarrollo de deformidades.
La baja adherencia es un problema común a todas las estrategias terapéuticas basadas en el ejercicio. El conocimiento de las posibles barreras y facilitadores para la realización de ejercicio en pacientes con SpA es fundamental para el diseño de programas específicos con garantías de eficacia.
El proyecto consta de tres fases:
- Conocer las opiniones, concepciones y asunciones que sobre el ejercicio en espondiloartritis tienen los reumatólogos españoles.
Para ello se realizó una encuesta a 44 reumatólogos (51% mujeres, de media con más de 20 años de experiencia), miembros del grupo de trabajo en SpA de la Sociedad Española de Reumatología (GRESSER).
Los resultados pueden consultarse aquí. A destacar que más del 86% de los encuestados considera que sus pacientes necesitan realizar ejercicio y que más de la mitad reconoce que la práctica del ejercicio puede retrasar el inicio del tratamiento médico y, sin embargo, lo prescriben poco.
La mayoría de ellos se sienten capacitados para recomendar ejercicio físico, aunque solo el 58% esgrime tener formación específica. La derivación se realiza a gimnasios y servicios de rehabilitación por este orden, sin que exista un protocolo, quizás por desconocimiento de quiénes son los expertos en la materia. El material educativo sobre actividad física disponible en sus consultas consiste fundamentalmente en folletos (90%), páginas web (52%) y vídeos (23%).
El programa de ejercicios debe ser individualizado según el paciente y su patología de base. La mayoría coincide en disminuir la intensidad del ejercicio en los brotes de la enfermedad. Y además coinciden que el ejercicio no es un factor desencadenante de brotes (66%) y que debe utilizarse en cualquier fase de la enfermedad, si bien el tipo dependerá de la fase de la SpA.
- Explorar las barreras que los pacientes con SpA tienen ante el ejercicio y proponer facilitadores.
Se realizaron grupos focales con personas con SpA para conocer y valorar su situación respecto al ejercicio físico. El 80% realizaba algún tipo de ejercicio: bien deportes (natación y ciclismo); gimnasia (yoga, pesas, Pilates, antigimnasia, estiramientos, ejercicios de expansión torácica, aerobic, gimnasia de mantenimiento y tablas de gimnasia en casa) y actividad física (andar ligero, trote, correr, bailar, bicicleta, pasear el perro).
Puedes acceder al artículo con todos los resultados aquí.
Se identificaron 4 fases del afrontamiento del ejercicio o actividad física en la SpA:
- inicio de la enfermedad, en la que los pacientes se encuentran asustados pero receptivos;
- estabilización, una fase de confianza y acercamiento a asociaciones y ejercicio en grupo con especialistas;
- fase de paciente experto que suele implicar relajación del paciente y
- los brotes.
Aparte de reconocer la existencia de factores personales poco modificables, en general los pacientes reclaman mayor conocimiento y educación sobre el ejercicio y sobre los pros y contras en el contexto de su enfermedad, coherencia de mensajes recibidos y mejores monitores que les acompañen en su afrontamiento frente a la enfermedad y al ejercicio.
En la tabla adjunta se incluyen los principales facilitadores y barreras del ejercicio.
Facilitadores | Barreras |
Conocimiento sobre ejercicio (del médico, del monitor y propio) e información (sobre límites, posibilidades, dosis, perjuicios y beneficios) | Desconocimiento en general e incoherencia entre los mensajes de los médicos, monitores y especialistas en deporte, etc. |
Tomar conciencia de los efectos positivos | Miedo a las lesiones y a empeorar el dolor Dolor |
Accesibilidad (espacios y horarios) Papel de las asociaciones |
Ausencia de cobertura, actividades no accesibles o caras o con horarios muy limitados |
Regularidad / Hábito | Los parones provocados por vacaciones o por brotes |
Empezar cuanto antes a hacerlo | Ausencia de mensajes de empuje y refuerzo por parte del médico |
Experiencia previa positiva | Malas experiencias previas Ineficacia del tratamiento farmacológico |
Adaptación a la situación individual de cada cual (en cuanto al tipo y forma de realizar el ejercicio, dosis e intervalo) | Brotes de actividad Fatiga Dureza de los ejercicios |
Un buen monitor o equipo | Un mal monitor |
Aspectos sociales del ejercicio, la actividad física y el deporte | Aburrimiento o depresión |
Afrontamiento Activo | Vidas complicadas Aislamiento |
- Establecer criterios para la prescripción de ejercicio en pacientes con SpA. Diseñar una estrategia de prescripción de ejercicio y validarla.
Siguiendo la misma dinámica, se realizaron dos grupos de discusión paralelos. Por un lado, expertos en ejercicio físico (rehabilitadores y fisioterapeutas) y, por otro, reumatólogos. En ambos grupos se tuvo en cuenta la información recabada a partir de los grupos focales previos.
La primera conclusión extraída fue que todos los especialistas implicados en el cuidado de las SpA deben dar el mismo mensaje sobre el ejercicio desde el inicio del tratamiento. Los mensajes se deben dar en todas las fases de la SpA, normalizando el ejercicio y de forma positiva y real y adaptándolo a las preferencias del paciente. También, es muy importante cuantificar y revisar la dosis de ejercicio e instar a la progresión y mantenimiento. Además, puntualizaron que un aspecto clave es la comunicación entre reumatólogos y especialistas en ejercicio, buscando un consenso en la aplicación del ejercicio.
En cuanto a la prescripción se estima conveniente que los ejercicios se acerquen a las recomendaciones del American College of Sports Medicine que estén adaptados a los estadios de la SpA.
Para motivar a los colegas reumatólogos a la prescripción activa de ejercicio, es crítico que las recomendaciones se consensúen con especialistas en ejercicio y se destierren los miedos de los reumatólogos con conocimiento y formación en ejercicio. Para motivar a los pacientes, se propone dedicarle tiempo en la consulta al ejercicio, emitiendo mensajes positivos y personalizados; no hablar del daño estructural, ni dar información deprimente, ni decirles que la enfermedad carece de importancia; explicarles también los ejercicios que no puedan hacer.
A modo de conclusión, los reumatólogos consideran que precisan mayor conocimiento sobre el ejercicio para poder prescribirlo adecuadamente.
Los resultados de este estudio, servirán para la elaboración de una herramienta adecuada para la prescripción de ejercicio físico en SpA, con una estrategia de ejecución correcta, que facilite el cumplimiento y autocuidado de los pacientes tanto para el inicio como para el mantenimiento del programa de ejercicio.